Durante casi cincuenta años, Renishaw ha pasado de ser una pequeña empresa casera a ser una de las principales compañías de ingeniería y tecnología científica del mundo, especializada en mediciones de precisión y atención sanitaria. Ofrecen productos y servicios en aplicaciones tan variadas como la fabricación de motores a reacción y turbinas eólicas, hasta la odontología y la cirugía cerebral.

Especializados en productos de ingeniería altamente innovadores y complejos que evalúan, supervisan y mejoran el rendimiento de las máquinas herramienta, se consideran el primer paso en la mejora del proceso.

Actualmente tienen oficinas en 35 países, y emplean a más de 4.000 personas en todo el mundo.  Alrededor de 2.800 de ellos se emplean en el Reino Unido, donde se lleva a cabo la mayor parte de su investigación y desarrollo.  Su ethos y misión es un SWIFT-CUT puede relacionarse con, pero más que eso, es uno que se correlaciona enteramente con lo que SWIFT-CUT ha logrado en sólo ocho años.

Para SWIFT-CUT, la importancia que se le ha puesto a la calidad de sus máquinas es incuantificable.  Para garantizar un rendimiento y una precisión de movimiento óptimos, realizan varias pruebas de balbar de diagnóstico en todas las máquinas que salen de la instalación de producción. Estas pruebas examinan el movimiento del CNC, así como su funcionalidad, con cada máquina que sale logrando precisión dentro de la región de 300 micras.

Sólo iban a conseguir la calidad que correspondía a sus máquinas con Renishaw.